Decidir entre un SSD o HDD no siempre es una tarea fácil. Marcas como Dell, Kingston y Corsair ofrecen productos dirigidos a diferentes tipos de uso, por lo que es importante saber qué buscar en un nuevo almacenamiento a la hora de comprarlo, teniendo en cuenta sus puntos positivos y negativos.

Mientras que las SSD son más rápidas para ejecutar programas e iniciar el sistema, por ejemplo, las HDD tradicionales llaman la atención por su capacidad.

Como resultado, hemos preparado un artículo con los pros y los contras de los diferentes tipos de almacenamiento

Pros de obtener un HDD

Entre los beneficios ofrecidos por un HDD se encuentran:

Alta capacidad

Los HDD ofrecen varias opciones con buena capacidad de almacenamiento a precios competitivos. Además, su componente es adecuado para los usuarios que necesitan guardar muchos archivos pesados como fotos, películas y vídeos.

Otro punto importante es el menor desgaste en comparación con las unidades SSD, que aunque son más resistentes, tienen una vida útil medida en volumen total de datos guardados a lo largo del tiempo. En otras palabras, cuanto mayor sea el movimiento de los archivos en una unidad SSD, mayor será el desgaste, mientras que en el caso de los HDD este tiempo se ha agotado.

Muy accesible

Uno de los principales puntos positivos de la HDD es su precio, pues es posible encontrar modelos con gran capacidad de almacenamiento a precios muy asequibles.

Un HDD de 10 TB de Seagate, por ejemplo, se vende al por menor online por un mínimo de 1.969,90 dólares, mientras que las versiones de 2 TB, suficientes para uso doméstico durante mucho tiempo, se venden a unos 525 dólares en el comercio electrónico.

Contras de los HDD

Existen desventajas significativas a la hora de adquirir estos discos, entre ellas:

Menor resistencia

Tanto las HDD internas como las externas presentan una estructura frágil. Al ser un componente con partes mecánicas, ser sometido a impactos o caídas puede significar graves daños o posibles fallas.

La tecnología es más antigua

Incluso con los cambios en las interfaces de transferencia de SATA, SATA II y SATA III, los discos duros siguen utilizando una tecnología relativamente antigua.

Un HDD puede tener velocidades de lectura y escritura de alrededor de 150 MB/s a 200 MB/s, mientras que un SSD puede funcionar a unos 500 MB/s. Los discos duros también son más grandes y pesados, ya que se encuentran en dos formatos: 2,5 pulgadas, interesante para los portátiles, y 3,5 pulgadas, ideal para los ordenadores de sobremesa.

Además, son más ruidosos y consumen más energía que los SSD.

Ventajas de adquirir un SSD

Entre los pros de comprar un SSD se encuentran las siguientes:

Tamaño

Otra ventaja es el tamaño, ya que la ausencia de piezas mecánicas hace que los SSD sean más compactos, siendo interesantes sobre todo para los ordenadores portátiles y los ultrafinos. Además, este tipo de almacenamiento debería calentarse menos, también por el menor desgaste físico al trabajar.

Promete durar más tiempo

Los SSD, también conocidos como unidades de estado sólido, no tienen discos físicos. Funcionan por medio de componentes electrónicos, lo que da lugar a un componente más resistente a los daños y a los fallos a largo plazo.

La falta de piezas móviles requiere menos hardware, que utiliza aún menos energía para funcionar y es más silencioso.

Es más rápido

Los SSD pueden ser una opción interesante para los usuarios que necesitan más agilidad y rendimiento en cuanto a multitareas. Este tipo de almacenamiento guarda los archivos en chips de memoria flash, lo que acelera el acceso a los datos allí guardados.

Según el modelo elegido, las velocidades de transferencia pueden llegar hasta 500 MB/s, lo que puede ser hasta 10 veces más rápido que un disco duro de alto rendimiento.

Desventajas de los SSD

En cuanto a contras, los SSD se destacan por:

Ofertas de espacio más bajas

Los precios de un SSD varían mucho según la cantidad de espacio interno, por lo que es importante ser consciente de la cantidad de almacenamiento que se desea en el PC para evitar gastar más de lo necesario.

Lo común es encontrar versiones de 128 o 256 GB, cantidad suficiente para instalar el sistema operativo de la computadora y algunos archivos más.

Por lo tanto, si la idea es aumentar el número de GB disponibles para almacenar archivos, puede ser más interesante buscar un disco duro tradicional o incluso unidades SSD externas, que pueden durar menos y son fáciles de usar.

  • Compartir:
  • twitter